Como alguien que edita videos en una Mac y escribe guiones en un Pixel C, nunca le presté mucha atención a las Chromebooks. Siempre me parecieron demasiado espartanos, demasiado dependientes de una conexión constante a Internet, así que básicamente ignoré toda la categoría.
Es decir, hasta hace unos meses. Cuando se supo la noticia de que los envíos de Chromebook habían eclipsado a los de Mac por primera vez, me llamó la atención. Incluso si muchas de esas unidades se dirigieron a clientes corporativos y de educación, se trataba de una gran cantidad de Chromebooks, así que comencé a preguntarme qué me estaba perdiendo. Si todavía fuera un estudiante universitario (o si fuera tan frugal como debería), ¿podría usar una Chromebook a diario?
Pasé unos días con ASUS Chromebook Flip para probar cómo era usar ChromeOS. Lo que descubrí fue que no es para mí, me quedaré con el Pixel C para mis necesidades convertibles, pero que podría ser perfecto para un yo del universo alternativo que acaba de enviar a la escuela. Mira mi primera experiencia con Chromebook... y si tienes uno, ¡cuéntame para qué usas el tuyo!
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