Amazon ha sido demandada por empleados por las condiciones de su almacén que supuestamente fomentan la propagación del nuevo coronavirus o COVID-19. La demanda surgió luego de que un empleado contrajera el coronavirus y lo propagara en su hogar, provocando la muerte de un primo.
Una empleada, Barbara Chandler, dijo que dio positivo por COVID-19 en marzo y luego vio a varios miembros de la familia enfermarse, incluido un primo que murió el 7 de abril.
La demanda dice que Amazon ha convertido a JFK8, que emplea a unas 5.000 personas, en un "lugar de peligro" al impedir los esfuerzos para detener la propagación del coronavirus, aumentando la productividad a expensas de la seguridad.
Dijo que Amazon obliga a los empleados a trabajar a "velocidades vertiginosas, incluso si hacerlo les impide distanciarse socialmente, lavarse las manos y desinfectar sus espacios de trabajo".
Amazon no comentó sobre la demanda, pero dijo que siempre ha seguido la guía de las autoridades de salud y sus expertos en seguridad en el lugar de trabajo desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
Los almacenes de Amazon (y otras operaciones similares) se prestan a la propagación del coronavirus debido a su espacio cerrado. No fue hace tanto tiempo que la empresa se encontró en el lado equivocado de una demanda similar en Francia donde sus condiciones de trabajo fueron calificadas de "bomba de salud".
En este, al igual que en el otro, la demanda busca garantizar que Amazon proteja a sus trabajadores del COVID-19 y establezca políticas para facilitar eso.
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